Laredo restaurará la ermita de Santa Ana de Tarrueza a través de una donación de la fundación de “Pelines”
La fundación del empresario y filántropo laredano José Crescencio Martínez Revuelta “Pelines” restaurará la Ermita de Santa Ana de Tarrueza. El Ayuntamiento ya ha iniciado los trámites para la cesión de la infraestructura tras una reunión del alcalde, Miguel González, con los herederos directos del arquitecto pejino Joaquín Rucoba, propietarios del inmueble. Un trámite necesario para poder llevar a cabo la obra, que será realizada por Construcciones San Emeterio a propuesta de la propia fundación.
La actuación, además de mejorar el deterioro del edificio, servirá también para poner en valor al citado Rucoba, natural de este barrio que fue enterrado en el interior de este pequeño templo de gran valor histórico y sentimental. Este ilustre maestro fue una de las figuras más destacadas de la arquitectura del siglo XIX en España, dejando una huella imborrable en el patrimonio arquitectónico del país con obras como el Teatro Arriaga, el Ayuntamiento de Bilbao, la plaza de toros de La Malagueta en Málaga, el Mercado de Abastos de Laredo o el Beti Jai de Madrid, entre otras.
Precisamente, la idea de llevar a cabo esta obra nació tras la visita de González a este último lugar. Según él mismo explica, se le ocurrió la idea de que, a la vez que se podía mejorar un edificio que lo necesitaba desde hace “muchos años”, esta intervención también era “una buena oportunidad para ensalzar la figura de Rucoba y reconocer su legado con hechos de tangibles que perduren en el tiempo”.
Cuando el regidor le transmitió su propósito a Pelines, este no tuvo ninguna duda. “Pelines siempre está dispuesto y encantado de ayudar a su pueblo desinteresadamente. Cuando le conté la idea, no se lo pensó ni un segundo en colaborar. Su generosidad ha sido clave para que este proyecto salga adelante y es un ejemplo de compromiso con Laredo que todos valoramos profundamente”, ha señalado.
Asimismo, González, en una visita a la ermita junto a uno de los hijos de Pelines, Julio Fernando Martínez, ha asegurado que con esta rehabilitación la localidad da “un paso importante” en la recuperación de su patrimonio y el reconocimiento de los grandes nombres de su historia, reafirmando al mismo tiempo “el compromiso del Ayuntamiento con la conservación de los espacios que definen la identidad pejina”.
Por último, el responsable de la Corporación Municipal ha querido tener un reconocimiento especial para Juana, vecina de Tarrueza que lleva toda la vida cuidando “con mimo y dedicación” la ermita. “Gracias a personas como ella, estos lugares han llegado hasta nuestros días con vida y alma”, ha añadido.
Hay que recordar que Pelines ya ha realizado otras destacadas donaciones, como las diez onzas de oro que serán entregadas a los ganadores de la Batalla de Flores o la escultura conmemorativa que entregará a la Coral Salvé con motivo de su 50 aniversario.
La actuación, además de mejorar el deterioro del edificio, servirá también para poner en valor al citado Rucoba, natural de este barrio que fue enterrado en el interior de este pequeño templo de gran valor histórico y sentimental. Este ilustre maestro fue una de las figuras más destacadas de la arquitectura del siglo XIX en España, dejando una huella imborrable en el patrimonio arquitectónico del país con obras como el Teatro Arriaga, el Ayuntamiento de Bilbao, la plaza de toros de La Malagueta en Málaga, el Mercado de Abastos de Laredo o el Beti Jai de Madrid, entre otras.
Precisamente, la idea de llevar a cabo esta obra nació tras la visita de González a este último lugar. Según él mismo explica, se le ocurrió la idea de que, a la vez que se podía mejorar un edificio que lo necesitaba desde hace “muchos años”, esta intervención también era “una buena oportunidad para ensalzar la figura de Rucoba y reconocer su legado con hechos de tangibles que perduren en el tiempo”.
Cuando el regidor le transmitió su propósito a Pelines, este no tuvo ninguna duda. “Pelines siempre está dispuesto y encantado de ayudar a su pueblo desinteresadamente. Cuando le conté la idea, no se lo pensó ni un segundo en colaborar. Su generosidad ha sido clave para que este proyecto salga adelante y es un ejemplo de compromiso con Laredo que todos valoramos profundamente”, ha señalado.
Asimismo, González, en una visita a la ermita junto a uno de los hijos de Pelines, Julio Fernando Martínez, ha asegurado que con esta rehabilitación la localidad da “un paso importante” en la recuperación de su patrimonio y el reconocimiento de los grandes nombres de su historia, reafirmando al mismo tiempo “el compromiso del Ayuntamiento con la conservación de los espacios que definen la identidad pejina”.
Por último, el responsable de la Corporación Municipal ha querido tener un reconocimiento especial para Juana, vecina de Tarrueza que lleva toda la vida cuidando “con mimo y dedicación” la ermita. “Gracias a personas como ella, estos lugares han llegado hasta nuestros días con vida y alma”, ha añadido.
Hay que recordar que Pelines ya ha realizado otras destacadas donaciones, como las diez onzas de oro que serán entregadas a los ganadores de la Batalla de Flores o la escultura conmemorativa que entregará a la Coral Salvé con motivo de su 50 aniversario.
