El diseño es coherente y se integra de manera armoniosa con la infraestructura urbana de la villa, todo ello preservando el medio natural y facilitando el acceso, la sostenibilidad y la movilidad en todas sus zonas.
El Ayuntamiento de Laredo ha presentado el proyecto ganador para llevar a cabo la primera fase de rehabilitación del Paseo Marítimo, que comenzará a finales de 2025 con un presupuesto de cuatro millones de euros y que estará comprendida entre el Centro Náutico Pesquero y la Calle República de Colombia abarcando un total de 1,6 kilómetros de longitud.
La UTE AJ3 – MARIÑAN – JOTA será la responsable de llevar a cabo dicho proyecto, que está basado en un diseño coherente que se integra de manera armoniosa con la infraestructura urbana de la villa preservando el medio natural y facilitando el acceso, la sostenibilidad y la movilidad en todas sus zonas.
El alcalde, Miguel González, ha reconocido el esfuerzo de los 19 aspirantes afirmando que la decisión del jurado “no ha sido fácil” y ha conllevado “mucho debate por la gran competencia que había”. González cree que se ha hecho “una buena elección”, ya que el proyecto es “muy completo en todos los sentidos”. Además, el regidor pejino ha asegurado que este proyecto servirá para “desestacionalizar el turismo, atraer inversores y conseguir una mayor calidad de plazas hoteleras”.
Por otro lado, el primer edil ha mostrado su agradecimiento al Gobierno de Cantabria por financiar la obra, haciendo un guiño especial a la presidenta, María José Sáenz de Buruaga, y al consejero de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Roberto Media, que “han apostado personalmente en mejorar y potenciar Laredo”.
Empezando por la zona del Puerto, se propone iniciar el paseo junto al Centro Náutico Pesquero. Para aprovechar el entorno urbano consolidado y atender a la población residente, se sugiere ampliar el área funcional del paseo utilizando las zonas verdes existentes.
En el Parque de los Tres Pescadores, se plantea establecer este espacio como punto de articulación entre la trama urbana y el entorno natural utilizando un puente-pasarela que se apoya sobre la sede de la Cruz Roja con el fin de eliminar la discontinuidad del paseo. Dicho puente, además de permitir el paso de vehículos de emergencia, ofrecería una vista panorámica del paseo y de la bahía. La plaza de dicho parque se convertiría en un espacio de encuentro y eventos públicos. Además, se mantendrían las esculturas y los monumentos que forman parte de la memoria colectiva de la villa y se instalarían unas gradas a modo de anfiteatro.
Desde los Tres Pescadores hasta el parque en el que se ubica el cine de verano se mantendría gran parte de la vegetación original presente en los jardines, así como su topografía. Por otro lado, en dicho parque se colocaría una rampa para facilitar el acceso a todas las personas que quieran disfrutar del mismo.
Un poco más adelante, se quiere recuperar el Río Mantilla canalizándolo por zonas mediante escolleras en seco y revegetándolo con especies propias de ribera. Una intervención que busca dotar a dicho río y a su desembocadura de una sección apropiada para evitar las inundaciones que periódicamente se repiten en este punto. También se generarían meandros para reducir la velocidad del cauce y se crearían zonas estanciales.
Desde este último punto hasta el final del tramo de la primera fase de la remodelación del Paseo Marítimo, existiría un tramo lineal con un amplio espacio peatonal que respetaría las partes ajardinadas y los actuales accesos a la playa con pasarelas de madera para favorecer la regeneración de la vegetación dunar interrumpida por el paso de los usuarios del arenal.
La iluminación se basa en una integración cuidadosa con el diseño urbano propuesta. El objetivo principal es facilitar una transición visual y espacial fluida entre el entorno urbano y los paisajes naturales adyacentes. Para lograr esto, se emplearía una disposición de báculos de iluminación que responde dinámicamente a las variaciones morfológicas del paseo.
Además, en las áreas donde el paseo se expande, se incrementaría la densidad y altura de los elementos de iluminación para satisfacer la demanda lumínica. En los tramos más estrechos se haría lo contrario. Como medida de ahorro energético, se dotaría toda la instalación de luminarias de un sistema de detección de presencia que permitiría regular la intensidad de las mismas en función de la densidad del uso en cada momento.
Para lograr un drenaje sostenible, se pondría en marcha un sistema de parterres dunares deprimidos en el terreno que, funcionando como vasos capilares, captan las escorrentías, depuran de forma natural las pluviales mediante biorretención y alimentan mediante infiltrado el sistema dunar.
Por último, para la regeneración y conservación de las dunas se plantea limitar el tránsito de personas con la instalación de pasarelas de madera y cierres con cuerdas para deslindar las zonas accesibles respecto a las zonas a proteger. A su vez, se proponen captadores de arena flexibles y la eliminación de especies invasoras o dañinas.
Estas son, en líneas generales, las principales características del proyecto, en el que, durante su elaboración, también se ha tenido en cuenta el futuro carril bici a la hora de pensar las ideas propuestas que contiene.